El aburrimiento acelerado
la condensación de vaho en las ventanas
Encerrada.
Atarse los cordones
y proferir un insulto.
Mutilar las horas
esclavizada a una promesa televisiva.
Mientras,
las cosas suceden
ahí fuera
y otros bailan para mí
actúan para mí y
sienten por mí
Y me despido desde lejos
con un pañuelo blanco
como en las películas en las que salen chicas que lloran
con un vestido de los años cincuenta.
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