Mi primera arruga se llama Virginia.
Me arañó la cara por la noche, a escondidas, (como una traidora sigilosa) mientras yo soñaba con chupachups, globos y gusanitos.
Mi primera arruga ya me cae mal, de entrada. Esperaba un email, un telegrama o que un niño me llamara "Señora", como aviso. Pero Virginia no se ha andado con tonterías, ha sacado las uñas y me ha subrayado el ojo, insultantemente.
La odio...
...y me asusta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario