Te odio, irracionalmente y me das asco.
Tienes cara de gilipollas, no es culpa tuya, pero me molesta. Porque tu cara viene con tu cuerpo y va donde tú vas y donde vas te veo. Y siempre te veo, aunque no mire, porque estás en mi órbita. Por eso te odio, desorbitadamente.
Chas, chas, chas
...y no desapareces.

No hay comentarios: