Los niños son de colores. Unos blancos, unos verdes, otros negros y algunos amarillos, como los Fruitis.
Los niños me dan miedo, porque comen con los ojos, piensan con el estómago y lloran por los codos.
Lo niños son feos cuando nacen, son costras arrancadas de sus madres, son bocetos, son proyectos, no tienen barba.
Luego los niños hablan: "el pío" "el guau" "el tete" porque sus padres se vuelven mongólicos los primeros 2 años y se olvidan de cómo se llaman las cosas.
Después les salen pelos y tetas y se transforman en adultos. Algunos siguen hablando mal, otros ni siquiera han aprendido, otros siguen llorando por los codos.
Los niños dejan de ser niños. Igual que los adultos se convierten en viejos. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis.

1 comentario:

ALFONSO BUENO dijo...

Los niños te miran en el metro y no puedes ganarles. Trata de sostenerles la mirada y te robarán el alma. Toda la verdad está en El Pueblo de los Malditos (la de 1960).