Un perro sucio hurgaba en la basura
un viejo famélico se apoyaba en un quicio
un dolor se paseaba con batín, copa y puro
mientras el niño se ahogaba en un charco de sangre.
Una calle estrecha se vestía de avenida
un millón de uniformes regaban la noche
el demonio a oscuras se partía de risa
mientras el niño se ahogaba en un charco de sangre.
Una lágrima vírgen saltaba de un ojo
un error sonrojado nacía y chillaba
un enano corría porque seguía vivo
mientras el niño se ahogaba en un charco de sangre.
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