Querido Lobo Feroz:

Ya he recibido el correo con tu foto, gracias.
Tengo que reconocer que eres bastante atractivo y sería un placer conocerte, por supuesto.
Pero antes que nada, me gustaría avisarte de lo delicada que soy, no vayas a destrozarme con una mirada mal echada cuando nos encontremos.

Supongo que habrás oído hablar de mí por la escenita de los colchones. Reconozco que fue un momento épico, casi de circo. Lo hubiera conseguido con un grano de couscous, pero tampoco era cuestión de fardar.
Pero bueno, lo que quería comentarte es que ser delicada también tiene sus incovenientes, porque para empezar tendremos que hacerlo sin tocarnos (y más después de ver lo peludo que eres y la cantidad de microorganismos que llevarás puestos).
He pensado que podríamos sentarnos uno frente al otro y decirnos guarradas. Soy bastante buena en eso (algunos galanes grimmianos podrán corroborártelo), así que aunque en principio te parezca un poco raro, te aseguro que será satisfactorio.

Si aún sigue interesándote contesta a mi email diciéndome cuándo te vendría bien quedar. El sitio ya lo elijo yo, que tengo vistos un par de locales aptos para encuentros salubres.

Espero tus respuesta. Un abrazo

La Princesa del Guisante

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ovación.

Anónimo dijo...

corazoncito (roto) de batracio:
sapo desengañado trajeado de príncipe pero con olor a naftalina busca princesa como un guisante que la guste de decirse puerquinadas en el colchón.
Abtenerse aventureras sin títulos heráldicos.
Referencia 69999-sapo