¿Y qué culpa tienes tú de haberte comido a Peter Pan? El tío se lo estaba buscando, tan lozano y con tanta energía. Estaba pidiéndolo a gritos, provocándote con sus mallas, sus saltos, su falta de sombra y sus delirios infantiles.
Hoy querías ser especial, esperar un regalo, bailar el aro con la órbita del mundo.
Hoy querías jugar al escondite inglés, reirte con los Goonies y pedirle agua a mamá, desde la cama.
Hoy querías que fuera tu no cumpleaños y que se acordaran de felicitarte.
Dí que no, que no ha sido por envidia, ha sido por hambre.

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